GUABIRÁ APROVECHA UN DESCUIDO SANTO. El plantel orureño no puede alzar la cabeza tras haber perdido dos partidos de manera local se ve herido mortalmente pero con expectativas de mejorar. Ayer en medio de la incertidumbre de los Montereños que aprovecharon los errores con nombre de horrores de los centrales de San José, Sergio Jáuregui y Franklin Herrera, y el denotado culpable del arquero Carlos Lampe que en su momento pudo cortar la acción del gol. Mientras el equipo de Guabirá el anterior miércoles sufrió una dolorosa goleada ante Bolívar, aprovecho la inmediata oportunidad que le facilito le equipo Santo (1-0), resultado con el que alcanza la segunda posición en la tabla de valores. El equipo dirigido por Claudio Marrupe se impuso al Santo de Marcos Ferrufino, quien desde que asumió la conducción del plantel orureño no sabe de victorias y ayer sufrió su tercera derrota consecutiva. Donde el equipo Santo titula en su rotulo de presentación “Invictos no ganan nada”. Mientras los azucareros ascienden al segundo lugar con seis unidades. Marcos si hubiera mantenido su puesto en el equipo de la villa imperial estaría más tranquilo invicto.
La primera parte del encuentro mostró la mínima superioridad de los locales, quienes mediante la velocidad y el desplazamiento de sus laterales trataron de abrir la cancha y comenzaron a presionar a los visitantes. A ello se sumó la expulsión del volante brasileño Luiz Carlos Vieira, quien fue sancionado a los 21’ por el árbitro Hostin Prado. Con un hombre menos, la visita apenas hizo pie en el terreno y priorizó el juego defensivo encajonándose por minutos.
El máximo error del partido se registró el único gol que fue anotado por Oscar Arauz, quien a los cuatro minutos del segundo tiempo alcanzó a rematar el balón después del excelente desborde y centro de Andrés Jiménez por el costado derecho. En la segunda etapa se produjo el “gol de camarín” de Guabirá, mediante Arauz y de ahí en adelante los azucareros se dedicaron a cuidar la diferencia, aunque era demasiado temprano para ello. Luego del gol, los anfitriones también se quedaron con 10 hombres, porque el defensor Jorge Díaz vio la tarjeta roja a los 7’ debido a una fuerte infracción contra un rival. Esa situación reafirmó más la vocación defensiva de Guabirá; en contrapartida, los santos arriesgaron y se fueron con todo al ataque, mediante el juego de Miguel Loaiza y el ingreso de Álvaro Pintos. Los santos comenzaron a contar con jerarquía de ataque con opciones de gol, tres en concreto, de las cuales dos pegaron en el poste y en el travesaño, y en otra el guardameta Pedro Vieira respondió con seguridad y evitó la anotación. En tanto, Guabirá persistió con retrasar sus líneas y marcando al rival en su terreno, que peligrosamente se acercó y estuvo muy cerca de lograr el gol, pero le faltó fortuna. Al final en resumen el Santo domino el encuentro con valía a los azucareros que con dientes y uñas defendieron el resultado de los tres unidades. Se mostró la mejoría del Santo pero no se gana los partidos con buenas intenciones sino con resultados.
